lunes, 19 de agosto de 2013

No eres tu, Soy yo...

Este es un ensayo de Viktor Frankl, neurólogo, siquiatra, sobreviviente del holocausto y el fundador de la disciplina que conocemos hoy como  logoterapia.

No eres Tú, soy Yo...

¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?...
¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?...

Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.

Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.

Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.

Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.

No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.

Si lo quisieras ver de forma más gráfica, es como si nos estuviéramos haciendo vudú voluntariamente, clavándonos las agujas cada vez que un tercero hace o deja de hacer algo que nos incomoda. Lo más curioso e injusto del asunto es que la gran mayoría de las personas que nos "lastimaron", siguen sus vidas como si nada hubiera pasado; algunas inclusive ni se llegan a enterar de todo el teatro que estás viviendo en tu mente.

Un claro ejemplo de la enorme dependencia que podemos llegar a tener con otra persona es cuando hace algunos años alguien me dijo:

"Necesito que Pedro me diga que me quiere aunque yo sepa que es mentira. Sólo quiero escucharlo de su boca y que me visite de vez en cuando aunque yo sé que tiene otra familia; te lo prometo que ya con eso puedo ser feliz y me conformo, pero si no lo hace... siento que me muero".

¡Wow! Yo me quedé de a cuatro ¿Realmente esa será la auténtica felicidad? ¿No será un martirio constante que alguien se la pase decidiendo nuestro estado de ánimo y bienestar? Querer obligar a otra persona a sentir lo que no siente... ¿no será un calvariovoluntario para nosotros?

No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones.

Las frases que normalmente se dicen los enamorados como: "Mi amor, me haces tan feliz", "Sin ti me muero", "No puedo pasar la vida sin ti", son completamente irreales y falsas. No porque esté en contra del amor, al contrario, me considero una persona bastante apasionada y romántica, sino porque realmente ninguna otra persona (hasta donde yo tengo entendido) tiene la capacidad de entrar en tu mente, modificar tus procesos bioquímicos y hacerte feliz o hacer que tu corazón deje de latir.

Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.

La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella...ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.

"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propiocamino".  Viktor Frankl


miércoles, 14 de agosto de 2013

El Amor a su tiempo ♥


Si tú te encuentras enamorado de una persona, que no está enamorada de ti ..... no te reproches nada a ti mismo. No hay nada de malo contigo, sino que el amor no eligió descansar en el corazón de la otra persona.

Si encuentras a alguien que está enamorado de ti, y tú no lo amas, siéntete honrado de que el amor vino, y tocó a su puerta, pero dulcemente rechaza el regalo que no puedes devolver.

Si, tú te enamoras de alguien, y está persona se enamora de ti también, y el amor elige irse, no intentes reclamarlo ó culparlo. ¡Déjalo ir!. Hay una razón poderosa y un significado.

Todo lo que puedes hacer realmente es aceptarlo de buen grado, por todo su misterio. Cuando entre a tu vida, siente como él te va llenando hasta derramarse totalmente, y entonces encuentra la manera de compartirlo con la otra persona.

Dalo a la persona que lo hizo nacer en tu vida.

Dalo a otros que sean pobres de espíritu.

Dalo alrededor del mundo, en todas las formas que puedas ó conozcas.

Es entonces que muchos que aman comenten un error, porque habiendo estado mucho tiempo sin amar, entienden el amor profundo como únicamente una necesidad del momento.

Ellos ven sus corazones como un lugar vacío, que necesita urgentemente ser llenado con el amor, y empiezan a ver el amor como si fuera algo que fluye internamente para ellos, en lugar de fluir desde ellos hacía los demás.

¡Acuérdate de eso!, y manténlo en tu corazón: el amor tiene su propio tiempo, sus propias estaciones, y sus propias razones para ir y venir.

Tú no lo puedes sobornar, coaccionar, motivar ó insistir para que se quede permanentemente dentro de ti.

Tú sólo puedes abrazarlo cuando el llega sorpresivamente, y puedes entonces repartirlo con los otros cuando el venga hasta ti.

Pero, si él elige dejar tu corazón en cualquier momento, ó el corazón de aquel a quien tú amas, no hay nada que puedas hacer al respecto, y no hay nada que debas hacer en ese momento.

El amor es, y siempre será un misterio, un enigma. Alégrate de que él haya entrado a tu vida plácidamente en algún momento de la vida.

Si tú mantienes tu corazón abierto al amor, el amor vendrá de nuevo a tí, en cualquier momento ó lugar.

¡RECUERDA QUE TÚ NO ELIGES AL AMOR!

¡EL AMOR TE ELIGE A TÍ!